Thursday, November 01, 2007

He de hablar de los muertos...



Tengo que hablar de los muertos, así que debo bajar la voz. Algunos están completamente muertos para mí; otros sobreviven en mis gestos, en la forma de mi cráneo, en mi manera de fumar, de hacer el amor, de alimentarme: como y bebo ciertas cosas por encargo de ellos. Son numerosos. Uno pasa muchos años sintiéndose solo entre la gente hasta que un día se encuentra con sus muertos, nota su presencia discreta pero constante. No alborotan demasiado...

La “personalidad”, lo poco que tú mismo te añades, es una nimiedad en comparación con la herencia que los muertos te dejan. Personas que ni siquiera he llegado a conocer sobreviven en mí: se ponen nerviosas, escriben novelas, albergan deseos y luchan contra sus miedos en mí...

A ellos se lo debo todo, y me ha costado mucho olvidar y aniquilar en mí esa herencia. Quizá no lo haya logrado completamente.
Sándor Márai, Confesiones de un Burgués

21 comments:

Gwynette said...

Haciendo repaso hay un montón de sombras a mis espaldas, unos se los llevó la enfermedad, otros acabaron su ciclo vital. Ayer fué un día raro, inquieto..no me gusta ver imágenes de cementerios, se me agolpan todos mis muertos, familiares, amigos incluidos mis perros. :-)
Hoy, hace sol...

Besitos

pon said...

Con lo que nos dejan, bueno o malo, y lo que añadimos de cosecha propia, toca ir tirando como mejor se puede. A algunos hay mucho que agradecer, a otro casi mejor no pensarlo, pero todos vamos dejando algo. Habrá que procurar, por la parte que nos va a tocar, que sea lo menos malo posible.

CRISTINA said...

Debes de tener muchos recursos y mucha cultura, Senses. Y sensibilidad e inteligencia.
Lo digo porque un día como el de los "Santos Difuntos" produce mucha tristeza y al mismo tiempo recuerda lo macabro y sórdido que tiene el tema de la Muerte a veces.
Pero resulta que tú, en ese día, eliges unas palabras elegantes. Y nos hablas a través de ellas de cómo nuestros muertos sobreviven y además, sobreviven en nosotros.

Me ha encantado.

Un beso

Cuquita, la Pistolera said...

Me gustó el texto de Sándor Márai, es cierto eso de que los muertos se van para, en el fondo, quedarse, quedarse para siempre y formar parte de lo que somos.
Un abrazo

D said...

Dobla el dos de Noviembre.

Estas sillas son buenas acojidas.
La rama del presentimiento
va, viene, sube, ondea sudorosa,
fatigada en esta sala.
Dobla triste el dos de Noviembre.

Difuntos, qué bajo cortan vuestros dientes
abolidos, repasando ciegos nervios,
sin recordar la dura fibra
que cantores obreros redondos remiendan
con cáñamo inacabable, de innumerables nudos
latientes de encrucijada.

Vosotros, difuntos, de las nítidas rodillas
puras a fuerza de entregaros,
cómo aserráis el otro corazón
con vuestras blancas coronas, ralas
de cordialidad. Sí. Vosotros, difuntos.

Dobla triste el dos de Noviembre.
Y la rama del presentimiento
se la muerde un carro que simplemente
rueda por la calle.

(César Vallejo)

Miguel Cane said...

Todos nuestros muertos nos dejan algo y se llevan algo nuestro.

Son nosotros y nosotros, ellos.

Besos hasta Babilonia.

Y abrazos.

Y muchos, ¿eh?

JP said...

Yo pienso que solo morimos cuando nos olvidan
Mientras haya alguien que tenga algún recuerdo esa persona que alguna vez estuvo , estará al menos en ese pensamiento o en esa charla.
Saludos

Ricardo J. Román said...

Jajajaja totalmente de acuerdo, de hecho, yo diría que todos los días es Halloween; cada día hay más muertos en el mundo.

Un abrazo!

Anonymous said...

Precioso texto para recordar a nuestros muertos. me han entrado ganas de leer esa novela. Me la recomiendas?..Un abrazo

@ELBLOGDERIPLEY said...

Me encantó el texto.Touchè total. Y además nada Halloween. Los muertos, con naturalidad, claro que sí. Uno de los míos.
Muy bien elegido el texto, te pregunto lo mismo que "el chico de la chaqueta azul", si es buena, me apetece leerla.
Abrazos.

Muegano. said...

Uf! Los muertos! Que no son cualquiera cosa...en ningún lado y menos en este país... yo, como todos los años los he esperado la noche de antier a que vinieran a cenar... ;)

Caronte said...

Qué texto tan emotivo...no había leido nada de Marai y me he puesto a buscar cosas de él, un tipo muy interesante...Me ha encantado.

1 abrazo.

un-angel said...

Muerto te voy a dejar yo como te agarre. Asi que de boda en Burgos y sin decir ni mú.
Mecagüen tu leche...
...es broma.
Un besote.

CRISTINA said...

¿Cómo va el ordenador? ¿va o no va? ¿se trata de virus o de disco duro o de fuente de alimentación...?

¡¡¡Suerte!!!

Vulcano Lover said...

qué activo has estado el puente, guapo... Yo también, pero lejos de la pantalla.
La cita no me termina de gustar, aunque la novela (biografia) de la que está extraída sí que me gustó bastante. Y es que, aunuqe fuera cierto, poco sabemos de cómo actúan en nosotros los que ya noe están, sobre todo los que nunca conocimos en vida. Lo deben hacer tan despacio, tan sutilmente, que lo único que dejan tras de si es la inquietante sombra de que pensemos nosotros que así es.

Sigamos viviendo, que es lo que importa.

Unknown said...

Chapeau!!!!!, siempre encontrando el texto perfecto.

Unknown said...

como yua he dicho por ahí no suelo pensar en los ausentes en estos días... ya suelen estar suficientemente presentes el resto del año... la cita es buena... y razón no le falta... es cuestión de asumir lo que uno hereda y saber hacerlo compatible con lo que se es...
besos..

senses and nonsenses said...

jo, los problemas persisten. y esto ya no parece un virus...

un abrazo.

Silencio said...

Los muertos y sus suspiros, se sientan alrededor de la cama, recuerdan a uno la mortalidad y que también, como dice el texto, uno ha llegado hasta donde está por sus decisiones. Demonios, podría alguien llegar a su destino aunque sus pasados tomen distintos caminos, algo como un inevitable destino?, no se... saludos

Antinoo Libre said...

A mí también me gusta la cita de Sandor... bueno, poco hay de lo que escriba que no me guste... Marai es la lucidez hecha literatura. Nunca dejaré de estar agradecido a quién me lo descubrió, así que los que lo han conocido a través tuyo tienen un motivo más para estarte agradecido ;)
La muerte (la propia) es esa compañera de viaje a la que no nos atrevemos a mirar a la cara porque tememos caernos dentro de ese agujero negro que esconde su mirada.
Yo en estos días pienso en los muertos silenciados, cuya memoria estamos recuperando para que puedan descansar en paz de una vez...
Sin duda somos lo que somos y vivimos (así de bien o así de mal, según se mire) como vivimos gracias a ellos, y a lo ellos arriesgaron por nosotros...
Abrazos!

Tía Doc.- said...

Hola:

Me encantó este post, y me alegro mucho haber dado con tu blog porque me parece divino.
Un saludo.