Saturday, March 15, 2008

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No vemos jamás las cosas tal cual son,
las vemos tal cual somos
Anaïs Nin


Santiago Auserón - Soy un electroduende


Lady from Shangai

Ya no sé, si yo soy yo, o soy
el reflejo de la imagen de mi mismo. Me ven, luego soy.
Su mirada me construye.
Soy como me ven, ...inevitablemente.
Ya no soy yo, tan sólo la imagen que los otros tienen d mí mismo

13 comments:

Vulcano Lover said...

qué maravilla esa escena de la dama de shangay... qué maravilla rita, qué maravilla orson...

Sara García said...

He dado con tu blog porque compartimos libro favorito. Me gustan tus reflexiones. Interesantes. Te invito a que visites el mío.

Javier said...

Lo malo es cuando el espejo nos devuelve una imagen deformada.
Espléndida la Dama de Shangay !!!

Capri c'est fini said...

Pues ya que todos citan a la Dama de Shanghai, citaré el magnífico homenaje de Woody Allen en Misterioso asesinato en Manhattan de dicho espejo. Otra sabia era Anais Nin, con cuya frase no puedo estar más de acuerdo. Enhorabuena por tu blog... me gusta mucho.

pon said...

La Dama de Shangay, y Auserón, vaya vaya.

De un tiempo a esta parte pienso que, mas que ser la imagen que los demás tienen de uno, somos los trozos, regalos, jirones, bofetadas, abrazos, pedradas que nos han ido dejando queriéndolo o no. De la misma forma que vemos dejando jirones de nosotros en los demás, de la misma forma que somos puzzles a medio encajar siempre, imantados.
Tampoco es una conclusión definitiva, solo es un sentimiento.

JP said...

Muy buen post.
La imagen real junto con la imagen ideal.
Lo estudié en una materia de la Facultad. Un tema importantísimo .
Perciben los demás la imagen que ofrecemos ?
O ofrecemos la imagen que otros perciben ?
Somos claros al expresarlo ?
Muchos interrogantes y tantas respuestas como personas hay.
Perdón por tantas vueltas jaja.
Me tomo un chupito y me salen todas estas cosas.
Chauuuu

Gerardo Noriega said...

Todo es percepción. La realidad es subjetiva. Por que ¿qué es la realidad?. Esa simple pregunta merece una botella de vino, un paquete de cigarros y una noche de plática

Saludos! :)

Antinoo Libre said...

No podemos separarlo... nos vemos como nos ven y a la vez reflejamos esa imagen que construimos a través de como nos ven... así que perfecta la imagen del juego de espejos...
Lo mejor para romper es espejo: construirse de vez en cuando una nueva identidad y ponerla en juego ;)
abrazos!!!!!

Caronte said...

¿es más real la imagen que los demás tienen de nosotros que la que nosotros tenemos de nosotros mismos?
¿no se juzga mucho a las personas por pequeños detalles que llevan a generalizaciones?

llevo días pensando en esto... ;)

1 abrazo.

el Shysh said...

Leí por ahí que somos tantos como percepciones hay de nosotros. Gracias por el electrocuende de Auserón. Lindo.

Francisco Joaquín Marro said...

otra de Anais que me encanta: LA PERFECCION ES UNA COSA ESTATICA Y YO REBOSO DE PROGRESO
un saludazo!!

senses and nonsenses said...

estas preguntas, lo real, la/s realidad/es, como dice norvek, mejor en un bar, con rock&roll, y algo pa'fumar...

besos.
gracias por comentar.

cuitláhuac said...

La intertextualidad es el trágico destino del arte después de su fin. Con la época de la reproductibilidad técnica de éste, no queda sino el puro deja-vu de las formas y los contenidos mezclándose entre sí. Disolviendose y equiparándose a lo otro. Indiscernible lo primero de lo segundo, lo uno de lo múltiple. Y es imposible encontrar todas y cada una de las referencias. Además la alimentación es recíproca. Podemos ver al Ulises de Joyce en la Iliada de Homero sin siquiera alterar una frase. SI bien Homero apareció primero en términos diacrónicos, después de leer a Joyce, las palabras del irlandés se desplazan y abren sincrónicamente a Grecia, su voz se cuela y se anida en cada una de las imágenes de Homero, transformándolas, trayendo la épica a la modernidad sin alterarle una sola frase. Y así pasa con cada texto que se disuelve en otro. Queda una maraña de sentidos. Eso es el mundo ahora. Copy paste ontológico. Sin referente original.